El chofer le reclamó a un grupo de personas que al menos uno de ellos abonara el viaje, pero los agresores se negaron y comenzó el altercado.
Un colectivero de la línea 317 terminó con la cabeza ensangrentada luego de pelearse cuerpo a cuerpo con uno de los pasajeros que no quisieron abonar su boleto cuando ascendieron a la unidad. El joven atacó al chofer con el martillo de emergencia que tiene el micro.
“En la parada de Cristiania y Crovara subió un grupo de hombres que sin pagar el pasaje se dirigió directamente al fondo del colectivo”, relató el chofer.
Fue entonces que “sacaron los martillos de emergencia para atacarme directamente”, relató.
Por la pelea, el colectivero recibió dos puntos de sutura en la cabeza y los atacantes escaparon hacia un barrio de la zona. Según el conductor, que dijo conocer a los jóvenes, son vendedores ambulantes que andan armados con cuchillos.